martes, 31 de enero de 2012

No ven, ni oyen, ni huelen

Foto de Todd Winters
Todos los días me repito que no lo volveré a hacer, pero vuelvo a caer. Incluso Canela ha desarrollado un buen olfato para localizar a las parejas más ardientes. Y eso que el número de amantes sin techo no hace más que crecer –otra consecuencia de la crisis, seguro-. Salgo con ella a última hora de la tarde y se va parando tras aquellos árboles desde donde puede divisarlos con cierta claridad, pero solo es capaz de evacuar cuando topa con amadores que ya tienen las serotoninas en ebullición. Entonces me apuro a recoger su deposición, la tiro en la primera papelera que encuentro y vuelvo rápidamente a casa para dejar a Canela. Y bajo solo. Siempre vuelvo a bajar, por más que me digo a mí mismo que debo parar. Y aun tengo la sangre fría de cambiarme de chaqueta a sabiendas de que con la negra logro camuflarme mejor. Vuelvo al árbol que Canela ha preseleccionado para mí. Ya el sol se ha puesto. La noche les vuelve desinhibidos. Los observo. Permanecen en el banco; ella se coloca sobre él y pasados unos minutos dejan de ver, de oír, de oler; son puro sentido del tacto. Ya me puedo acercar sin peligro de ser descubierto; me apodero del bolso que se halla a tan solo unos centímetros de sus cuerpos. Solo me quedo con el dinero; el resto lo dejo en la misma papelera donde deposité los excrementos de mi perra. Rara vez me hago con más de veinte euros. ¡Puta crisis!

6 comentarios:

  1. Creo que un tío nunca llamaría Canela a su perra, y creo que alguien que describe así a los amantes sería incapaz de robarles...

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    1. Aciertas. El nombre se lo puso una novia que lo único que se dejó atrás fue la perra. ¿Incapaz? La crisis, lo escuchamos cada día, retuerce las almas. La de mi personaje aún conserva el arrepentimiento. Gracias por pasarte por aquí. Un saludo.

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  2. Afortunadamente todavía queda gente incapaz... El fin nunca justifica los medios, y en medio de esta "crisis" he visto a gente solidaria. Hace poco leí un milagro de los que a veces ocurren, era sobre los campos de concentración nazis. Los presos apenas comían, un trozo de pan duro si tenían suerte, y aún así, escribe un "afortunado", había presos que ofrecían su trozo de pan, lo único que iban a comer ese día, a otros... Es una situación en la que cualquiera podría pensarse Incapaz de hacer tal cosa, y aún así... hubo algunos, que pese a todo, fueron Capaces.
    De nada, y Gracias a ti, por llamar mi atención.

    “El sistema económico actual no sufre crisis, sino que PRODUCE CRISIS. Algunas agudas y ampliamente difundidas. Otras permanentes y acalladas. La evidente necesidad de articular alternativas choca con múltiples bloqueos para promoverlas y hacerlas realidad. Solo una ciudadanía vigorosa, consciente de la responsabilidad de asumir este reto como una opción militante puede impulsar las necesarias propuestas de alternativa” - Cuéntame otro mundo

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  3. La crisis, como dices, puede retorcer las almas, o engrandecerlas aún más. En nuestras manos está...

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