martes, 3 de enero de 2012

El fotógrafo


Foto: María Brito
Tiene la capacidad de ver la belleza allí donde los demás apenas reposamos la mirada. Se mueve rápido y sigiloso, sin dar tiempo a que el objeto de su fotografía se percate de su presencia. Cuando retrata a una persona desconocida le pide permiso tras realizar un primer disparo, y le vuelve a fotografiar, a sabiendas de que la imagen que busca ya la tiene. Aquí nos encontrábamos en tierras peruanas. Los demás turistas enfocaban a indígenas modelos, a las ruinas y a sí mismos, sobre todo a sí mismos. Decidí perseguir su mirada y empezó a bajarla hasta dejarla a ras de suelo.
Perú cuenta con el mayor número de perros callejeros que yo jamás haya visto. Los conductores circulan atentos a la aparición repentina de estos canes y ellos se mueven como si se dirigieran a un destino concreto. Cruzan calles, entran en mercados, en restaurantes, duermen al calor de sus iguales y el lugar donde defecan es todo un misterio. Quizás fue el color rojizo de su pelaje, que tan oportunamente contrastaba con la piedra y la madera, el que llamó su atención, o tal vez fuera su expresión corporal: la cola caída, la mirada ausente y ese sentirse abandonado. Yo les retraté unos segundos antes. Todd Winters lo hizo en el momento exacto para captar su alma, pero esa es una instantánea que, por esta vez, dejaré que imaginen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario